top of page

Noche estrellada

  • Foto del escritor: David López
    David López
  • 20 may 2020
  • 3 Min. de lectura

FICHA TÉCNICA

Nombre: Noche estrellada

Autor: Vincente Van Gogh

Fecha. 1889

Técnicas: óleo sobre lienzo

Formato: 73,7 x 92,1 cm 

Estilo . Postimpresionismo

Genero: Paisaje

Localización. Museo de Arte Moderno Nueva York 




CONTEXTO HISTÓRICO

El cuadro lo realizó en el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida, a mediados de 1889, trece meses antes de su muerte. Van Gogh usó óleo humedecido y pinceles finos para realizar la obra.


ANALISI FORMAL

Esta obra nos muestra una vista nocturna de Saint_Rémy. Concretamente es una vista desde la ventana de su habitación en el manicomio de esta localidad donde se encontraba recluido desde el mes de mayo.

La obra se divide en dos planos diferenciados, separados por la línea de las  montañas. Más de la mitad del cuadro lo ocupa el cielo estrellado siendo el auténtico protagonista del cuadro.

En la mitad inferior del cuadro se observa el pueblo cuyas casas aparecen representadas con trazos rectos y del que sobresale el campanario puntiagudo, elemento vertical que rompe la horizontalidad de la composición. En un primer plano apareces unos cipreses, tema presente en los cuadro realizados en este periodo, que adquieren formas ondulantes que les asemejan a llamas, elevándose y uniendo ambos planos.  Las líneas de las montañas del horizonte se ondulan a semejanza del cielo en una dirección ascendente de izquierda a derecha.

En el cielo observamos como dos espirales se envuelven mientras once estrellas parecen iluminar la noche como si de lámparas de gas se tratasen. A nuestra derecha, un astro de mayor tamaño de color naranja, quizás la luna, parece confundirse con el sol. 

La técnica usada por el pintor es el óleo, aplicado en abundancia, técnica del empaste, con pinceladas vigorosas y cortas que contribuyen a la fuerza expresiva de la obra. La gama cromática usada por Van Gogh es fría con predominio de azules, celestes, verdes y grises, aunque también como contrapunto cromático usa el naranja y amarillo de las estrellas, colores complementarios al azul dominante en la obra.

Se observa como el color, la mancha aplicada con el pincel en pequeñas pinceladas, alargadas y rectas unas veces, cortas y onduladas otras, sustituye al dibujo de manera que tan sólo algunas líneas oscuras sirven para dar forma precisamente a los elementos más físicos y materiales del cuadro, como las casas del pueblo, las montañas o los cipreses.


n esta obra Van Gogh volvía a los temas nocturnos que ya había representado en ocasiones anteriores, durante su estancia en París y Arlés. Sin embargo, Van Gogh renuncia a la observación directa y no nos muestra la noche de una manera realista sino de una manera sentida, vivida por el pintor e un momento de recaída de su enfermedad mental.




Durante la etapa de Saint-Rémy, en la que pinta este cuadro, Van Gogh se muestra muy sensible al movimiento presente en su obra a través de dos formas básicas y contrapuestas: la línea curva, ondulante de trazo continuo, y las líneas rectas trazadas a base de rayas. Ambos elementos combinados en su obra transmiten una energía no desprovista de intranquilidad y acusada tensión, como podemos observar en su ultimo autorretrato, realizado en septiembre de ese mismo año de 1889.

Así, el pintor nos muestra una imagen de contraste entre la ciudad, oscura y dormida, tan sólo iluminada por las tenues luces de algunas casas, representadas por pequeñas manchas horizontales amarillas, que contrastan con el espectáculo del cielo, donde el movimiento arremolinado parece adquirir un sentido místico iluminado por las estrellas y la luna. Van Gogh parece querer mostramos un Universo que no es estático sino en el que distintas fuerzas parecen luchar entre sí. No hay calma ni quietud, sino un movimiento que, como un remolino, parece recorrer el cuadro. Este movimiento, en este caso acendente, también se transmite en el ciprés, el elemento más oscuro del cuadro, que parece servir de conexión entre el mundo terrenal y celestial. Frente al movimiento del cielo y la naturaleza contrasta la quietud y serenidad que transmite el pueblo, como si Van Gogh quisiera mostrarnos la actitud del hombre, ajena al espectáculo de na naturaleza que se celebra ante sus ojos. 


MODELOS E INFLUENCIAS

Esta obra de Van Gogh, una de las más complejas de analizar, muestra como Van Gogh, recluido y víctima de su enfermedad usa la pintura para mostrar más que la realidad observable y cambiante, como había sido el motivo de los pintores impresionistas, su visión de la misma realidad, alterada por sus sentimientos desbordados. Así, Van Gogh, partiendo del impresionismo se anticipa a lo que será el expresionismo, como podemos observar en esta extraordinaria obra hoy día conservada en el MOMA de Nueva York.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page